El pasado domingo 29 de diciembre se encontraba almorzando en un restaurante del centro de Aguachica, sur del Cesar, una familia formada por el matrimonio -ambos pastores evangélicos- y sus dos hijos, cuando fueron tiroteados. El matrimonio y una hija murieron en el acto, mientras que el otro hijo fue llevado a una clínica en estado crítico donde posteriormente falleció.

El ataque generó pánico entre los demás clientes del restaurante, que buscaron refugio para protegerse de los impactos de bala.

El múltiple crimen ocurrió a una cuadra de la Estación de la Policía Nacional, cuando las víctimas estaban almorzando después de salir del servicio dominical de la iglesia, donde habían predicado y alabado a Dios. Los familiares de las víctimas han declarado que no existía ningún tipo de problema personal o amenazas.

Los dos autores de los disparos llegaron y se fueron en motocicleta. El crimen quedó registrado en cámaras de seguridad.

No hay un pronunciamiento por parte de la Policía Nacional o autoridades administrativas para esclarecer cuáles fueron los móviles de esta masacre que tiene consternada a la comunidad de Aguachica.

Los fallecidos son los pastores Marlon Yamith Lora y Yurlay Rincón, y su hija Ángela Natalia Lora. Santiago Lora permanece luchando entre lka vida y la muerte en una clínica de Valledupar. La familia era un referente para la comunidad, apreciada por su labor espiritual y profesional.

Marlon Lora y Yurlay Rincón presidían la iglesia evangélica Príncipe de Paz en el barrio Villa Paraguay. En el caso de Ángela Natalia, era periodista y egresada de la Universidad Francisco de Paula Santander, laborando en la empresa de servicios públicos del municipio. Santiago era camarógrafo, recientemente había laborado en la campaña política de la actual alcaldesa Greisy Roqueme.

La Confederación Evangélica de Colombia (Cedecol) se sumó este mismo domingo en rechazo al asesinato de la familia pastoral Lora Rincón a través de un comunicado emitido horas después del hecho.

En el mensaje, firmado por la presidenta de Cedecol, la pastora Lyda Elena Arias, la organización afirma que esta tragedia representa una pérdida irreparable para la Asociación de Pastores de Aguachica, que ha visto partir a una familia que era ejemplo de liderazgo espiritual de la región.

Mediante su pronunciamiento, Cedecol hizo un llamado a las autoridades competentes para que el caso sea esclarecido con prontitud e insistió en la importancia de garantizar justicia.

En el comunicado, Cedecol incluyó un mensaje de esperanza basado en el Salmo 9:9-10: “Jehová será refugio del pobre, refugio para el tiempo de angustia”.

Finalmente, la Confederación reafirmó su compromiso de acompañar a los pastores, congregaciones y familiares de las víctimas en este difícil momento, al tiempo que instó a mantener la unidad frente a la adversidad: “Confiamos que el Señor no desamparará su iglesia, y que sus promesas de justicia se cumplirán”, concluye el texto.

La Alcaldía de Aguachica ha condenado lo ocurrido mediante un comunicado de prensa señalando que “La familia Rincón Lora era un pilar de nuestra comunidad y su pérdida deja un vacío irreparable en nuestros corazones.  Desde la Alcaldía rechazamos enfáticamente cualquier acto de violencia”.

También suspendió el concierto y show navideño que estaba programado para el mismo domingo por la tarde, así como las celebraciones oficiales de fin de año.

Por su parte, también lamentaron y rechazaron el asesinato desde la Gobernación del Cesar, que junto con la Alcaldía de Aguachica han ofrecido una recompensa de hasta $50 millones por información que conduzca al paradero de los responsables del hecho.