La asexualidad no es una elección como puede serlo el celibato. Es decir, que las personas asexuales no sienten atracción sexual por nadie. Sin embargo, lejos está de privarlos de poder tener una relación amorosa y compartir la vida junto a otras personas.
«Se trata, fundamentalmente, de la ausencia de deseo sexual como atributo estable en una persona. No es, pues, una disfunción sexual ni un trastorno que impida que la persona exprese su afecto y sus ganas de conocer íntimamente a alguien. Simplemente, el impulso sexual no se da, y esto no supone ningún problema… más allá de los que pueda producir la incomprensión de los demás», detalla el portal Psicología y Mente sobre la asexualidad.
Entonces, las relaciones románticas asexuales son similares a la de cualquier pareja, simplemente con la particularidad de no tener el deseo de tener relaciones sexuales.
A su vez, la asexualidad es diferente a la condición de la gente que carece de deseo sexual y que encuentran esa situación como problemática, sumado a que la mayoría de la gente con este razgo separa el sexo del romance. Además, entre aquellos que experimentan atracción romántica, algunos se identifican como heterorrománticos u homorrománticos.
Tipos de asexualidad
«Hay que tener en cuenta que dentro de lo que entendemos como asexualidad hay matices, ya que hay diferentes formas de vivir la falta de deseo sexual. Aquí puedes ver un resumen de los tipos de asexualidad más conocidos, aunque debes tener en cuenta que no existe ninguna clasificación oficial», explica el portal «Psicología y Mente».
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Esta condición no es una enfermedad o un trastorno como muchos creen. Aunque es algo poco común y que a muchas personas les cuesta aceptar, lo cierto es que muchas personas son así e incluso se los puede clasificar en diferentes tipos:
En ese sentido, el portal realizó una publicación detallando cuáles son los tipos de asexualidad que existen y cuáles son sus principales características:
- Asexuales arrománticos: Se trata de personas que, además de no sentir deseo sexual, tampoco experimentan amor romántico por otras personas. Esta combinación hace que no tengan una predisposición tan marcada a interesarse por alguien en concreto.
- Asexuales románticos: Tal y como su nombre indica, en este caso la ausencia de deseo sexual se combina con la posibilidad de sentir atracción romántica por otras personas. Puede que resulte sorprendente que el deseo sexual y el interés romántico puedan separarse, pero así ocurre, por lo menos, en este tipo de asexualidad.
- Asexuales románticos (birrománticos): En este caso, existe la posibilidad de sentir atracción romántica hacia personas de cualquiera de los dos sexos. No resulta extraño que exista este tipo de propensión psicológica y biológica, ya que al eliminar el componente sexual, las formas del cuerpo que definen cada sexo dejan de significar algo importante, con lo cual es posible desarrollar las mismas actitudes y lazos emocionales hacia cualquier persona.
- Asexuales románticos (homorrománticos): La atracción romántica siempre está orientada hacia personas del mismo sexo, si bien la falta de deseo también se da.
En ese sentido, también existen algunos tipos de orientación sexual que tienen características similares a la asexualidad, pero se diferencian en pequeños detalles. Por ejemplo, en la asexualidad gris sí existe un poco de deseo sexual, pero con una intensidad muy baja.
Asimismo, las personas demisexuales «solo sienten atracción sexual con personas por las que previamente se ha llegado a sentir un fuerte interés romántico».